Biodanza
¿Qué es la Biodanza?
La Biodanza es una disciplina del cuerpo y del movimiento, un sistema de reeducación afectiva, de renovación existencial, que pretende rescatar los valores de la vida, el respeto por la vida y la sacralidad de la vida.
Tiene como instrumentos, la música y la danza, y utiliza situaciones de encuentro para facilitar la comunicación y desarrollar la expresión afectiva entre las personas.
Para reconectar y disfrutar con la vida, a través de nuestra vitalidad, afectividad, creatividad, sexualidad y trascendencia.
Objetivos
Promover los valores del encuentro humano, del respeto por la diversidad y el intercambio de afecto, emociones y sentimientos.
Permitir el restablecimiento de relaciones humanas nutritivas y saludables.
Transformar las crisis personales en oportunidades de cambio y mejora de la calidad de vida.
Favorecer el reconocimiento e integración de la propia identidad.
Integración de nuestro sentir, pensar y actuar.
Contenidos
Beneficios de la Biodanza
A través de los ejercicios las personas experimentan cambios en su estilo de vida, en el sentido de que aumenten su bienestar, su salud, expresen sus potenciales, tengan valor para vivir y se conecten con su libertad interior; de esta forma estimularán la confianza en sí mismas, aumentando la capacidad de sentir.
La Biodanza busca la integración entre pensamiento, emoción y comportamiento, y que los deseos profundos de cada uno puedan ir aflorando y manifestándose en la vida cotidiana.
A nivel físico (orgánico) se logra la integración de los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico.
¿Qué aporta la Biodanza a nuestro mundo?
Estamos en un mundo intelectualmente muy avanzado desde el punto de vista de la inteligencia, pero desde el punto de vista de la afectividad estamos en la edad de piedra. Las guerras, la explotación, la violencia, la falta de respeto por los derechos de todos los seres vivientes, indican una ausencia de afectividad. La Biodanza postula una filosofía de la “gloria de vivir”, a través del movimiento, la danza y el encuentro humano.
En los talleres de Biodanza se pueden experimentar vivencias integradoras que nos producen coraje, salud y alegría de vivir.
Biodanza sólo se puede conocer vivenciándola. Biodanza es un fruto de la cultura humana que, saboreándola, nos ayuda a sentirnos parte de la naturaleza y nos invita a vivir una vida plena de sentido.
¿De dónde viene la Biodanza?
La Biodanza es un sistema creado por Rolando Toro, psicólogo y antropólogo chileno, en la década de 1970, que se inspiró en fuentes antropológicas y etnológicas.
Comenzó realizando experiencias clínicas con pacientes psiquiátricos para verificar las vivencias que la música puede inducir en las personas. Llegó a la conclusión de que cada perturbación requiere unos determinados estímulos musicales y que la música tiene un poder curativo capaz de modificar estados físicos y emocionales crónicos.
Eduardo explica: «Mi relación con la Biodanza»
A finales de los años 80 tuve la oportunidad de conocer al mismo Rolando Toro. Me fascinó su propuesta e hice la formación con él en Argentina y Brasil. Una vez certificado como Facilitador de Biodanza empecé a trabajar con grupos, desde 1990 en Argentina y a partir de 2001 y hasta la actualidad en España.
En 2005, completé la formación a Profesor Didacta de Biodanza con Rolando en Milán. Antes de su muerte en 2010 lo vi por última vez el año anterior en uno de los congresos anuales en Madrid.
Lo recordaré siempre con mucho cariño y agradecimiento, aprendí mucho.
Si quieres saber más: https://www.biodanza.org/es/
En todos estos años he facilitado a centenares de grupos a conocer y disfrutar de la Biodanza.
Del Pensar al Sentir
La base epistemológica de Biodanza se nutre de tres fuentes principales: el pensamiento occidental, la tradición oriental y la experiencia indígena.
Las ventajas de la Biodanza
Biodanza crea una estrategia para la afectividad: aprender a mirarse a los ojos, a tomarse de las manos, a caminar juntos, a apreciarse en lugar de criticarse y, sobre todo, a aceptar al otro como es, sin pretender cambiarlo. La ternura a través de la caricia, la seguridad a través del abrazo, son nuestros instrumentos.
Biodanza trabaja hacia la salud recuperando en las personas la capacidad de autorregulación y de equilibrio neurovegetativo.
Biodanza permite a través de un clima de confianza y solidaridad el desarrollo de la autoestima y la autoeficacia, tanto en el logro de nuestros objetivos como en nuestros vínculos con otras personas. Se refuerzan siempre los logros poniendo énfasis en lo positivo, apreciando los avances logrados por más pequeños que sean.
La dimensión pedagógica de la Biodanza permite también, a través del aprendizaje por observación y modelaje (procesos sicológicos de imitación), el desarrollo de nuevas habilidades.
Biodanza va desarrollando en las personas una nueva manera de pensar, no imponiendo un modelo desde afuera, sino generando en cada uno un estilo de pensar acorde con sus necesidades vitales y personales.
Por último, Biodanza nos invita a encontrarnos en el abrazo, que es el gesto más humano que pueda existir, el camino hacia nuestra más preciosa identidad, una conciencia máxima de humanidad.