Solemos estar con nuestra atención en la mente, atendiendo nuestros pensamientos que a menudo nos arrastran consigo.
Se calcula que más de un 95% de los pensamientos suelen estar relacionados con el pasado o con el futuro: deseos, temores, rechazos, «debería hacer», «no debería haber hecho…» Un rollo, nos cargan de culpa, y son poco o nada útiles para la realidad del momento presente.
Así pasamos nuestros días, con la atención puesta en nuestras cabezas, pensando en el pasado o en el futuro. «Estamos» en todas partes, menos en el momento presente.
Y esto es muy curioso y llamativo porque la vida realmente solo pasa AHORA! En este mismo instante. No hay otros momentos.
El pasado, pasado está, ya no existe (solo «existe» en nuestras cabezas si lo traemos en forma de recuerdos).
Y el futuro? Por definición, aún no existe, aún está por descubrir. Pero también, en nuestras cabezas viajamos al futuro cuando queremos, nos «pre-ocupamos», vivimos con ansiedad…
Quién está en el presente? Por ejemplo: nuestro cuerpo, nuestra respiración. Siempre están con nosotros y siempre están en el AHORA.
Solo hace falta «sacar» la atención de la cabeza y dirigirla al cuerpo. Aterrizaje en el presente! 😉
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