«Yo” es una palabra muy utilizada desde siempre. La usamos para referirnos a aquello que creemos que somos; así nos lo han enseñado ya desde pequeños. La mayoría de los pensamientos empieza con “yo”.
¿Sabías que hay dos “yo” que se pueden llegar a confundir fácilmente cuando entras en el mundo de la meditación y de la trascendencia?
El “yo” que conocemos tod@s es el que creo que soy (mujer/hombre, nombre, forma, cuerpo, mente, posición, familia – de hecho, se trata más bien de una lista de atributos que tengo y los confundimos con lo que soy). Al “yo” le atribuyo los pensamientos y creo que soy la mente, y las sensaciones y creo que soy el cuerpo.
Y después está el “Yo” con mayúscula; es aquello que realmente Soy más allá de todos los atributos que tengo. Silenciando la mente puedo percibirlo – el Ser, la Consciencia, el Yo que es Uno con Todo. La sensación de Ser – el Yo – lo encuentro justo anterior a la mente, anterior a cualquier pensamiento.