En estas fechas, ¿deseas la paz en el mundo? ¿Deseas que acaben las guerras, los malos tratos, la violencia, los abusos…? Y después quizá pienses, es un buen deseo, pero no es realizable.
Es el mejor deseo, sí, y si es un deseo profundo, mejor.
¿Se podría realizar? ¿Cómo? ¿Hay algo que puedas hacer tu personalmente para contribuir a esta Paz? Aunque no seas presidente de ningún país ni tampoco de ninguna multinacional que gana dinero con cada guerra que haya, ¿hay algo que puedas hacer?
La respuesta es que sí.
Veamos… ¿qué tal tú, en tu mundo diario? ¿Te enfadas por algún comentario que alguien te hace?¿Te pone nervios@ saber que tienes razón y la otra parte no accede a dártela? ¿Pierdes la paciencia cuando te encuentras en un atasco? ¿Te disgusta que hoy llueva cuando tu esperabas que hiciera sol? ¿Pierdes los estribos cuando alguien no te hace caso?
Estos ejemplos ilustran pequeñas circunstancias diarias en las que solemos perder la paz; ¡cuando el ego actúa la perdemos con mucha facilidad! ( Ojo – NO estamos sugiriendo de tragar injusticias, de no defendernos si nos atacan, si nos ofenden, si abusan, etc. En el momento que algo de esto ocurre, hay que actuar. )
El mundo sin paz es reflejo de nuestro interior.
Solo en mayor escala. Muestra lo que pasa cuando el ego está al mando, ese ego que se convierte en colectivo al seducir las masas, ese ego que se siente agredido o quiere agrandarse más, un ego manipulador lleno de miedo e inseguridades.
Lo (único!) que podemos hacer, cada un@ individualmente, es acceder, descubrir y conocer nuestro interior para arrojar luz sobre los condicionamientos mentales inconscientes que gobiernan nuestro pensar, sentir y actuar, y trabajar para liberarnos de ellos. Darnos cuenta que hay otra dimensión en nosotros, más allá de la psicológica, y aprender a acceder a ella. Este camino se llama Meditación eficiente.
Entonces, la manera de estar en esta vida empieza a cambiar. Van a disminuir tus deseos y tus miedos, y con ellos el insomnio, la ansiedad, las ganas de atacar o de vengarte,… Se empieza a sentir Paz, una paz que no depende de que las circunstancias sean de tu agrado.
Cuando sientas esta PAZ de manera cada vez más estable en ti; entonces empezarás a verla en el mundo. Este es el orden de apariencia: primero dentro, después fuera.
En este sentido, te deseamos de todo corazón
¡Felices Fiestas y Feliz 2025 experimentando PAZ!
Un abrazo,
Bea y Eduardo